El mito que dice que una PC (computadora personal) nueva se vuelve obsoleta en 2 o 3 años está fuertemente arraigado en el pensamiento popular; y si aplicamos esto a la razón común, se esperaría que toda empresa destinara cada cierto tiempo parte de su presupuesto a renovar el equipo de cómputo, lo cual irónicamente hace que sea todo lo contrario (ello al menos en los países de Latinoamérica). Esto tal vez porque para ningún empresario es agradable la perspectiva de firmar un cheque por varios cientos o miles de dólares cada 3 o 5 años, por concepto de renovación de equipo de cómputo. Para que renovar el equipo computacional, si los actuales PC siguen haciendo su trabajo!! Es el razonamiento que parece predominar en el mercado empresarial de América Latina.
En la cultura Latinoamericana el gasto en equipo de cómputo pocas veces es considerado como una inversión, mucho menos una inversión redituable como lo son contratar nuevos vendedores, comprar más unidades de reparto automotrices, aumentar la maquinaria de producción, etc. Lo cual ha redundado que por años las directivas y gerencias de las empresas hayan invertido lo menos posible en concepto de equipamiento informático y de cómputo.
Así pues en perspectiva general, es muy común para todo empresario o empresa encontrarse con que las computadoras que adquirió orgullosamente 2 o 3 años atrás de pronto se volvieron lentas, como si en verdad fueran viejas y obsoletas, ni que decir de equipos de 4 a 5 años de antigüedad. Sin embargo, es un hecho que en términos generales este tipo de equipos con estas antigüedades anteriormente referidas no necesariamente están viejas y no necesariamente tienen que ser obsoletos. Y si así fuese no sería necesario reemplazarlas y por lo tanto, no es necesario gastar en nuevo equipamiento de forma inmediata.
Esto último aplicaría si precisamente en las organizaciones empresariales toman las medidas preventivas para extender la vida útil a su máxima capacidad de los equipos de cómputo.
Las medidas preventivas mencionadas anteriormente no es sino un plan de mantenimiento bien planificado y llevado acabo periódicamente a todo el equipo de cómputo disponible. El mantenimiento no solo debe llevarse al plano del hardware (que es donde generalmente se da) sino también al plano del software.
En lo referente al hardware los puntos esenciales que se deben cuidar son la limpieza del teclado y del interior de la caja del CPU (aunque esto solo aplica para las PC tipo Desktop). Así mismo se debe tener especial cuidado con la forma en la que manejamos la carga y alimentación de energía eléctrica de nuestros equipos (muchos tienen a sobre cargar los contactos y tomacorrientes), si es posible remplazar las unidades reguladoras por unidades tipo no-break en el caso de PC tipo Desktop. Y por supuesto tener lo mejor ordenado que podamos todos los cables del equipo que se interconecten con nuestra red y demás dispositivos.
En lo referente al software podríamos decir que hay 3 puntos imprescindibles. El primero es contar con software de protección (antivirus/antimalware) y recuperación (backup), el segundo es aplicar actualizaciones y parches de servicio a todo nuestro software (sobre todo al sistema operativo que tenga el equipo); y tercer punto es utilizar herramientas de optimización y mantenimiento de software (como muchas que ya hemos reseñados en este blog o que pueden encontrarse vía Google o Bing).
Cuando haya necesidad de actualizar a una nueva versión del sistema operativo que manejemos (muchas veces por requerimiento del mismo software que utilizamos cotidianamente), hagámoslo (generalmente cuando se requiere solo implica un aumento de memoria RAM, aunque esto no es un facto). Ello hará que nuestros equipos de cómputo extiendan considerablemente su tiempo de vida útil.
Aplicando los criterios anteriores de forma periódica y continua podemos extender considerablemente el tiempo de vida útil de todo nuestro equipamiento informático. Claro, siempre habrá excepciones en donde alguno o algunos equipos ya no podrán ser sostenidos y tendrán que ser remplazados. Pero lo ideal es que es estos sean tan solo una mínima parte del total de equipos computacionales que tengamos.
Si llegamos a estar en la situación de tener que deshacernos de ciertos de nuestros equipos informáticos por ya no servir a nuestras actividades. Si los mismos se encuentran aun con capacidad de funcionamiento, es posible obtener algún ingreso económico extra mediante la venta de los mismos (ya que para otros, estos equipos si pueden servir para fines específicos como puntos de venta o estaciones de consulta). Cuando estamos en estos casos, lo mejor es utilizar las diversas alternativas que nos brinda internet para la oferta y venta de estos equipos. Existen desde portales de e-Commerce con comunidades establecidas que nos permiten ofrecer a un mercado comunitario lo que deseamos vender; y también servicios de publicación gratuita, donde podemos colocar anuncios orientados a regiones de venta especificas.
Por otro lado, una forma inteligente de poder remplazar (adquirir) nuevo equipo informático obteniendo muy buen hardware siempre a costos económicos o con muy buenos descuentos; es el utilizar los portales de cupones con categorías de computo. Un claro ejemplo de ello es comprar a través de cupones de descuento aplicables en las principales tiendas online, como los ofrecidos por supercuponazo.com
En conclusión, la renovación del equipamiento informático de una organización o empresa (o de nuestra oficina) es algo totalmente necesario, y no necesariamente ello implica un gran gasto periódico que se tenga que hacer. Todo depende de las estrategias y planes de mantenimiento que vayamos a establecer para ello.
Y cuando lo requiramos, que tan inteligentes podemos ser en nuestros procesos de adquisición de nuevo equipo de cómputo.